Los jardines son enormes, va a ser imposible rastrearlos todos.
Confiemos en que al hacerse todo justo antes de la hora de cenar haya obligado al ladrón y posiblemente asesino a deshacerse de la jeringa cerca de la casa.
Yo apuesto porque recorramos los caminos que llevan de la mansión al invernadero y al templete de Deméter. Y mientras vayamos mirando cada arbusto, árbol, parterre, rincón, etc, recemos por que no le diera tiempo de ir hasta el lago.